Con el objetivo de reforzar el cuidado de los páramos y bosques andinos del Macizo del Cajas, ETAPA EP y la Universidad de Cuenca firmaron un convenio para el desarrollo de una herramienta que, con imágenes satelitales, drones e inteligencia artificial, detectará tempranamente cambios en la vegetación en 100.000 hectáreas de las zonas de recarga hídrica.
Estos ecosistemas de montaña son esponjas naturales que regulan el agua y su existencia se ve amenazada de manera constante por incendios, deforestación y eventos climáticos extremos. Por ello, a través de la firma de este compromiso, que tendrá una investigación de tres años, se impulsará el desarrollo del proyecto de “Detección temprana de cambio de cobertura vegetal en las áreas de recarga hídrica del cantón Cuenca mediante sensores remotos y Deep Learning”.
Esta iniciativa aplicará algoritmos avanzados para identificar y clasificar cambios en la vegetación con alta precisión, que fortalecerán la vigilancia, planificación y toma de decisiones sobre las áreas estratégicas del cantón.
La Gerente General de ETAPA EP, Verónica Polo, enfatizó que “Estos esfuerzos con la academia se suman al trabajo riguroso que ETAPA ejecuta en las fuentes hídricas del cantón para garantizar la dotación y continuidad del agua; al sumar capacidades con investigadores de alto nivel logramos decisiones más precisas, rápidas y efectivas para la ciudad”.
Se esperan los siguientes resultados de la investigación:
• Detección rápida y estandarizada de cambios de vegetación.
• Mapa actualizado de cobertura vegetal.
• Análisis histórico de pérdida/recuperación de la capa vegetal.
• Mapa de severidad de incendios 2024 y monitoreo de regeneración de áreas quemadas.
• Capacitación al equipo técnico de ETAPA EP y repositorio con toda la información generada.
Además, el proyecto integrará datos de la Red Hidrometeorológica de ETAPA para fortalecer la respuesta temprana con instituciones y comunidades locales, con datos basados en evidencia.
Es así como ETAPA EP junto a actores claves como la academia sigue trabajando para proteger los páramos y bosques que garantizan el agua de Cuenca para la presente y futuras generaciones.




















